INSTITUTO NACIONAL SANMARTINIANO
ASOCIACIÓN CULTURAL
SANMARTINIANA DE
LA MATANZA
INFORMATIVO:
ENERO, FEBRERO y MARZO de 2013-AÑO XXXVIII-No.95
“EL PRESIDENTE Y TODOS LOS
INTEGRANTES DEL INSTITUTO NACIONAL SANMARTINIANO DESEAN FELICES FIESTAS Y QUE EL
PRÓXIMO AÑO NOS ENCUENTRE UNIDOS EN EL TRABAJO DE DIFUNDIR EL IDEARIO DEL GRAN
GENERAL DON JOSÉ DE SAN MARTÍN”.
Diciembre 2012
BICENTENARIO
DE LA ASAMBLEA DEL
AÑO XIII
31
de enero de 1813
El viernes 13 de mayo de
1811, en la edición de LA GAZETA, a cargo de Bernardo de Monteagudo, se anuncia
el arribo de una fragata inglesa a cuyo bordo había llegado a Buenos Aires
entre otros el Teniente Coronel José de San Martín… y, en el mismo número, el
redactor se pregunta:
¡qual
será la suerte de mi patria? ¿quién será el que enarbole el pabellón de su
LIBERTAD?...
La indefinición y el temor
–prueba contundente de ello fue la negación a aceptar la bandera creada por
Belgrano, la imposición de seguir usando la española y las graves reprimendas
ante su jura en Jujuy-. Las intrigas políticas y la falta de resolución ante la
insostenible actuación en nombre de Fernando VII, que hacían endeble y sin
representatividad la existencia de los ejércitos patriotas y los planes
libertarios de San Martín, situación que se había agravado ante la orden de
abandonar el norte y replegarse a Córdoba que le habían impartido al general
Belgrano, situación que no llegó a producirse ante la desesperación de la gente
que quedaba expuesta a las represalias de los españoles y por Belgrano, que desobedeciendo
órdenes organizó el éxodo jujeño, acción que corona con el glorioso triunfo en
Tucumán. Victoria que fortaleció y dió respiro al norte expuesto
permanentemente a los intentos de reconquista desde el baluarte español que era
Lima y deja al descubierto la inoperancia del Primer Triunvirato. Además,
mientras aquí no se sabía en nombre de quien se actuaba, Venezuela con
valentía, en julio de 1811, había declarado su independencia, es decir había
creado su personería. El Primer Triunvirato, producto del fracaso de la llamada
Juan Grande, la que teóricamente debía representar a todos los pueblos que
conformaban las Provincias Unidas del Sur, tal como lo había proclamado en su
formación, la Primera Junta.
Pero que después los bonaerenses habían boicoteado, comenzando por Moreno, que
se negó a su reconocimiento. Luego la conjura realista apoyada desde
Montevideo, que aunque reprimida con dureza, encarcelados y ajusticiados, entre
otros, su promotor, Martín de Álzaga, hacían cada día más precaria la
situación, que llegó a su fin el 8 de octubre de 1812, cuando una multitud
reunida por la Sociedad Patriótica,
apoyada por tropas a las órdenes de San Martín, le exigieron su renuncia y la
inmediata convocatoria a un Congreso. Formándose el Segundo Triunvirato,
compuesto inicialmente por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio
Álvarez Jonte, el que de acuerdo a las exigencias, el 24 de octubre ,
convoca a elecciones para diputados a
integrar la Asamblea Constituyente,
cuyos propósitos excluyentes son el tratamiento de la independencia y la
constitución que habría de regir en el ex virreinato. Aunque la Asamblea no contó con el total apoyo de los
pueblos integrantes. Que por distintos motivos su funcionamiento se vio
interrumpido en varias oportunidades, y su final no fuera una fuerte
demostración de unidad territorial y política, sus resoluciones sentaron las
bases primordiales del futuro, fundamentalmente humanistas y democráticas: Si
bien tuvo que retroceder en su resolución de abolir la esclavitud, ante la
airada protesta del imperio del Brasil, país en aquel entonces, netamente
esclavista, y decretar la libertad de
vientre para todos los hijos de esclavos que naciesen a partir de esa fecha.
La abolición total forma parte de nuestra Carta Magna de 1853, mientras que en
los Estados Unidos de Norteamérica recién se pone en vigencia en 1865 y el
Brasil el 1888. Encargó la composición
del Himno Nacional; Estableció el Escudo Nacional Argentino; Elimino el
mayorazgo y los títulos de nobleza; Libró a los indígenas de la obligación de pagar tributo; Mandó acuñar Moneda
Nacional; Abolió la
Inquisición y la práctica de la tortura: Puso fin al tráfico
de esclavos; Aprobó un reglamento que reemplazaba al triunvirato por un
Director Supremo...
Pero desde aquel 31 de
enero de 1812 y por más de cuarenta años se enfrentaron unitarios y federales. La Asamblea fue disuelta el
18 de abril de 1815. La Provincias Unidas
del Río de la Plata,
vivieron trágicos días de desencuentro y anarquía, que recién comienzan a
normalizarse en 1862… y a pesar de ese intervalo de desintegración y de desunión.
De pérdida de territorios y guerras por defenderlos… Las resoluciones de los
asambleístas constituyentes del Año Xiii, nos dejaron inamovibles resoluciones
civilizadoras y libertarias.
AUC
BICENTENARIO DE LA BATALLA DE SALTA
20 de febrero de 1813
Tucumán era aún reciente,
y en la marcha hacia Salta -donde Tristán se estaba atrincherando-, Belgrano al
frente de su ejército, cuya moral, la victoria había fortalecido. Apuntalados por la gran cantidad de armamento
abandonado en su huída por los españoles y de hombres que se fueron agregando
al mismo, duplicando su número. Lo que obligó a tomarse un tiempo para
proporcionarles instrucción y hacer hincapié en la necesaria subordinación. Ya
ordenados, y listos para entrar en combate, el 13 de febrero a orillas del río
Pasaje, les tomo juramente de lealtad a la Asamblea Constituyente
que integrada por representantes de casi todos los pueblos del ex virreinato
sesionaba en Buenos Aires y a la bandera albiceleste que él creara, la que
marchaba al frente de las tropas. Tristán, guarecido en la ciudad de Salta,
había hecho fortificar el único acceso a la ciudad. Dio la suerte que entre los
componentes de las fuerzas patriotas estaba el capitán Apolinario Saravia,
natural del lugar, quien conocía otro camino, si bien un camino de altura, los
llevó a sorprender a los realistas. Tras varias acciones de espionaje que
aseguraron la ubicación de las fuerzas de Tristán, Belgrano en la noche del 19
de febrero distribuyó sus fuerzas y en la mañana del 20 ordenó atacar,
sorprendiendo a los españoles que retrocedían por las calles salteñas quedando
acorralados por las fortificaciones que ellos mismos habían levantado. La
victoria fue total, pero la caballerosidad de Belgrano disminuyó sus efectos y
tras la negativa de aceptar la espada el vencido, además de no recibírsela,
hizo jurar a las tropas sobrevivientes que no volverían a tomar las armas
contra los patriotas americanos, con el efecto que muchos de ellos americanos
de nacimientos se unieron a sus fuerzas. En el campo de batalla habían quedado:
13 muertos y 433 heridos del ejército patriota y 480 muertos y 114 heridos del
ejército español. Belgrano ordenó enterrar en una fosa común a los muertos, sobre
la cual una cruz recordaba: “Vencedores y vencidos en Salta, 20 de febrero
de 1813” Las
victorias de Tucumán y Salta, además del impacto político en Buenos Aires,
donde una revolución había disuelto el Primer Triunvirato e instalado al
Segundo el que había cumplido
con la obligación de convocar a la Asamblea del Año XIII, tuvo
también la virtud de recuperar el norte y abrir el paso al Alto Perú. Belgrano
recibió, luego de las férreas órdenes de retroceder y las reprimendas y
amenazas de proceso: las más altas distinciones, entre ellas la suma de 40 mil
pesos, que rechazó para sí, destinándolas a la construcción de cuatro escuelas,
en: Tarija, Tucumán, Salta y Jujuy, legado que el Estado tardó más de un siglo
en cumplir…
NUESTRO
HOMENAJE AL
ABOGADO CONVERTIDO EN GENERAL
ANTE LA IMPERIOSA NECESIDAD
DE RESGUARDAR LA INCIERTA
INTEGRIDAD DE LOS
TERRITORIOS DEL EX
VIRREINATO.
MONUMENTO CONMEMORATIVO DE LA BATALLA
DEL SALTA ERIGIDO EL 15 DE MARZO DE 1899.
AUC.
“SOY REPUBLICANO,
PORQUE ESTE ES EL SISTEMA DE GOBIERNO DE LAS GENTES JUSTAS, SISTEMA MODELO
CUANDO SE ADQUIERE Y, POR CONSECUENCIA, NO SE IMPONE CON LA VIOLENCIA Y LA IMPOSTURA”
José Garibaldi – 9 de
julio de 1872 – Memorias – Tomo I – Pág. 7
DE LA BATALLA
DE SAN LORENZO
3
de febrero de 1813
Fue el inicio de la gloriosa trayectoria del
Regimiento de Granaderos a Caballo creado por el entonces Teniente Coronel José
de San Martín. Ante el pillaje que naves españolas, desde Montevideo, sede entonces,
del virreinato del Río de la
Plata, que realizaban sin contención alguna, saqueos y
tropelías en busca de alimentos para poder resistir el sitio que sufría la
ciudad. Al efecto el Primer Triunvirato ordenó a San Martín rechazar el avance
de estas y en lo posible anular futuras excursiones, llega San Martín y sus
fuerzas compuesta por 140 granaderos y 70 soldados de infantería a las costas
de Santa Fe y en su avance avistan once naves españolas que navegaban en las
cercanías de la costa occidental del río Paraná. Siguiéndolos por tierra las
fuerzas patrióticas se adelantan y se ocultan en las cercanías del Convento de
San Carlos, llegando los mismo el 2 de febrero, es decir, el día anterior, lo
que permite a San Martín a organizar el desplazamientos de sus fuerzas para atacar
en forma de pinza: el ala izquierda a su mando y la otra a cargo del capitán
Justo Germán Bermudez. El 3 de febrero desde las 5:30 de la mañana están a la
espera del desembarco que recién se produce a la 6:30. Hora en que el clarín de
granaderos sonó por primera vez. Empero los españoles en lugar de avanzar hacia
el convento lo hacen hacia el pueblo, lo que obliga a San Martín a salir al
cruce y en el choque es herido su caballo el que lo arrastra en su caída
produciéndose a continuación el heroico episodio de Juan Bautista Cabral quien
con su cuerpo cubre al comandante, muriendo a continuación por las graves
heridas sufridas en la defensa. Además la desenfrenada arremetida de los
comandados por Bermudez y luego por Díaz Vélez producen tal desorden en los
españoles huyen dejando sobre el campo de batalla, muertos heridos y
armamentos. El desprendimiento de sus hombres tiene su costo, Bermudez muere
días después: el 14 de febrero. Y Manuel Díaz Vélez, a los seis meses sin
haberse repuesto de las heridas recibidas. San Martín en su parte al Superior
Gobierno da cuenta del triunfo y de los pormenores del combate, resaltando que
debieron hacer frente al sostenido fuego que partía de los buques y da cuenta
que en su fuga los españoles “ …dexando
en el campo de batalla 40 muertos, 14 prisioneros de ellos, 12 heridos sin
incluir los que se desplomaron, y llevado consigo, que por el reguero de
sangre, que se ven en las barrancas considero mayor número. Dos cañones, 40
fusiles, 4 bayonetas y una bandera que pongo en mano de V. E. y la arrancó con
la vida al abanderado el valiente oficial D. Hipólito Bouchard. De nuestra
parte se han perdido 26 hombres, 6 muertos, y los demás heridos, de este número
son: el capitán D. Justo Bermudez, y el teniente Manuel Díaz Vélez…”
Bartolomé Mitre en su mención del heroico acto post morten al Sargento Cabral, dice en
una nota remitida a la
Asamblea por el Coronel San Martín:”No puedo prescindir de recomendar particularmente a la familia del
Granadero Juan Bautista Cabral natural de Corrientes, que atravesado el cuerpo
por dos heridas no se oyeron otros ayes que: “Viva la Patria”… hemos batido al enemigo.
AUC.
GUERRA
DE LA
INDEPENDENCIA
PRIMER COMBATE NAVAL
2
de marzo de 1811
AZOPARDO
TRES VECES CONDENADO A MUERTE
Integrada la Primera Junta de Gobierno,
Montevideo no se subordinó a la misma, convirtiéndose en sede del virreinato
del Río de la Plata,
y como consecuencia la mayor cantidad de los buques preparados para la guerra
quedaron en poder de los españoles allí acantonados. Lo que fue de gran valor,
porque mientras por tierra los sitiábamos, por agua ellos navegaban libremente,
manteniendo su supremacía sobre el Río de la Plata, y los ríos Paraná y Uruguay, con el
latente peligro de invasión: Es entonces que el gobierno de Buenos Aires
encomendó a su vocal de Marina, la integración de una escuadra naval, confiando
este, su mando en el entonces coronel de marina Juan Bautista Azopardo, de
origen maltes que había llegado a estas costas en 1800 y participado como
corsario durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. El resultado de este
primer enfrentamiento naval que tuvo lugar frente las costa de San Nicolás, el
2 de marzo de 1811, no nos fue favorable, quedando los españoles con el poder momentáneo
de las aguas mencionadas. La fuerzas patriotas, además de las pérdidas materiales
y humanas, sufrieron la de su comandante quien tomado prisionero fue traslado a
España donde se les juzgó y condenó a muerte en tres oportunidades, siendo
indultado por cada una de ellas. Posteriormente como resultado del
levantamiento liberal encabezado por el general Rafael del Riego, Azopardo fue
liberado, volviendo a integrar las filas de nuestra armada.
AUC.
SAN MARTÍN EN ESPAÑA
Desde su Yapeyu natal, junto con su familia viaja
desde la gobernación de los pueblos guaraníes ejercida por su padre a Buenos
Aires, donde permanecen a la espera de un nuevo destino de este, entre 1781 y 1784, en el ínterin los jóvenes
San Martín asisten a la escuela de los padres dominicos incluyendo a José
Francisco. Una vez vueltos a España, siendo su padre asignado al Estado Mayor
de la Plaza de
Málaga, José Francisco en carácter de hijo de capitán ingresa al Seminario de
Nobles, donde aprende idiomas, geografía, historia, retórica, física
experimental, matemáticas, entre otras materias. A su pedido, invocando los
años de servicio de su padre y la incorporación de sus hermanos, solicita se
admitido en el Regimiento de Murcia, lo que se produce en julio de 1789 (1)
–año de la Revolución Francesa-
, como cadete del regimiento de línea número veinte de la citada unidad del
ejército español, contando once años de edad. En 1790 estuvo asignado a la guarnición de
Melilla, y al año siguiente, agregado a la compañía de granaderos y con solo
trece años tuvo su bautismo de fuego en Orán, siendo herido, permaneciendo en
ella hasta la entrega de la plaza. Mientras tanto se complicaba
irreversiblemente la situación en Francia, los Borbones parientes cercanos de
la reyes de España estaban cada día más cercanos al cadalso. España desplazó
tres ejércitos a lo largo de la cordillera pireinaco. El regimiento de Murcia
debió acudir y tras soportar largas marchas entre valles y montañas se
incorporarse a la línea defensiva. El
adolescente San Martín recibió durante ocho meses instrucción como guerrero de
alta montaña. Este fue, sin duda, un aprendizaje esencial para sus futuros
planes en América, siendo el único militar con experiencia de montaña de los
llegados a Buenos Aires a colaborar con la Independencia.
Conocimientos que mantuvo en jaque al general Marco del Pont,
que del otro lado de los Andes permanecía expectante por donde sería la
invasión. A los quince años formando
parte del regimiento de Seo de Urgel, fue ascendido a oficial, como segundo
subteniente. Combatió en el Rosellón. Cruzó
con el regimiento de Murcia los Pirineos. Luego al incorporarse al
movimiento de contraofensiva dirigido por el general Antonio Ricardos, el primer gran estratega con quien el joven
oficial tuvo oportunidad de aprender. Participó de batallas favorables,
pero a fines de 1794, las tropas francesas recuperan posiciones y toman
prisionero a San Martín, junto a otros compañeros. Liberado, fue ascendido a
primer subteniente. En 1795, fue ascendido a segundo teniente. Al año siguiente
España entró en guerra con Gran Bretaña, conflicto que duró cinco años y fue de
suma importancia en la vida militar del futuro Libertador, ya que durante la
misma, adquirió conocimientos de índole
naval que debieron serle de suma utilidad
durante la segunda fase del plan americano, la del desembarco en Lima. En
1797 ingresó como voluntario de infantería de marina en la fragata Santa Dorotea.
En 1801 intervino en la rápida campaña contra el Portugal. Terminada la guerra
con Gran Bretaña, se inicia una fuerte reforma de los cuerpos del ejército
español, surgiendo un batallón de infantería ligera “Voluntarios de Campo
Mayor” en el que San Martín empezó a desempeñarse en 1803 como ayudante
segundo. Adquiriendo experiencia de organización,
equipamiento y instrucción de la tropa. Conocimientos vitales para crear de la
nada el Ejército de los Andes. El 23 de junio de 1808, todavía al servicio
de España, nos lo muestra en una de las hazañas que dieron le dieron relieve de
heroísmo. Fue en Arjonilla. España ardía en su rebelión contra los invasores. Incorporado
su cuerpo al ejército de Andalucía, que comandaba el general Castaño. Salió al
encuentro de los franceses, que encabezados por el general Dupond, llegaban
franqueando la Sierra
Morena. San Martín -“valeroso
oficial”, señalo seis después la Gaceta Ministerial-,
atento a la orden de su jefe, lanzó su tropa con tanta intrepidez que logró
desbaratarlos completamente, dejando estos, en el campo de batalla diez y siete
dragones muertos y cuatro prisioneros heridos, habiendo emprendido la fuga el
oficial francés y los restantes soldados, con tanto espanto, que hasta los
mismos morriones arrojaban con terror.
“Mucho sintió San Martín y su valerosa tropa que se les escapase el oficial y
los demás soldados enemigos, pero
oyendo tocar retirada debió reprimir su ambición de gloria” ; así lo
registro la misma Gaceta, que agrego: que San Martín “… hizo un distinguido elogio de toda su tropa -21 jinetes-,
particularmente del sargento de húsares Pedro de Martos, y del cazador del
mismo, Juan de Dios, que con eminente riesgo le
salvó la vida”. Fue Arjonilla por su carácter de sorpresa
un anticipo de San Lorenzo?... donde Juan Cabral, fue menos afortunado que Juan
de Díos!. Después de la cual fue
ascendido a Capitán del Regimiento de Caballería de Borbón. Abandonado así la
infantería luego de servir diecinueve
años en ella, ya que sus funciones en el Estado Mayor así lo exigían. El 19 de
julio, las fuerzas españolas reunidas enfrentaron a las francesas junto a la
ciudad de Bailén, donde los veintiún mil hombres a las ordenes del general
Dupond, sufrieron la primer gran derrota como integrantes de la tropas
napoleónicas, durante la misma San Martín tuvo una actuación distinguida que le
valió su ascenso a teniente coronel. Como ayudante en el ejército de Cataluña
entre los años 1809 y 1810, participó en la organización de la guerra de guerrillas
populares. Aprendizaje que debió serle
de vital importancia en el adiestramiento y órdenes que impartió a Güemes y sus
hombres. “Recordemos que colaboró con las fuerzas inglesas en la frontera
entre Portugal y España para contener la ofensiva de Massena, integrando el
Estado Mayor de Wellington, futuro vencedor de Waterloo”. En 1811, como integrante de las divisiones de Cádiz partieron
para Cataluña, donde se unieron a los ingleses que comandaba Beresford -el de
la primera invasión inglesa-, participando en la sangrienta batalla de Albuela
librada el 16 de mayo. Luego de esta batalla, con treinta y tres años de vida y
más de veinte de continuada milicia, tres de los cuales en medio de esa
conmoción social provocada por el levantamiento del pueblo sin precedentes y
con el recuerdo del poder de la turba descontrolada que el 29 de mayo de 1808,
había asesinado a su antiguo jefe y amigo, el general Solano. Experiencia que le hizo huir de toda
confrontación interna. Vuelve a su
tierra natal, para iniciar en base a sus experiencias y anhelos el camino de la
libertad y la inmortalidad. (1)-El día varia en las
publicaciones.
ASOCIACIÓN CULTURAL SANMARTINIANA DE LA MATANZA
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