ASOCIACION CULTURAL SANMARTINIANA DE LA MATANZA

Reconocida Oficialmente por el Instituto Nacional Sanmartiniano - Ley 15588
Fundada: 5 de Abril de 1975
Actividad: Historica, Cultural, Educativa y Social
Correo Electronico: acsanmartinianamatanza@yahoo.com.ar

viernes, 12 de octubre de 2012

Informativo Nº 93

INSTITUTO NACIONAL SANMARTINIANO
                       ASOCIACIÓN CULTURAL                      
SANMARTINIANA DE LA MATANZA


INFORMATIVO JULIO, AGOSTO y SEPTIEMBRE DE 2012-XXXVIII-No. 93

AÑO DEL BICENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA BANDERA NACIONAL
Y DEL RETORNO A LA PATRIA DE JOSÉ DE SAN MARTÍN

LA INDEPENDENCIA...
después la anarquía y la barbarie
Como San Martín lo imagino. Lo dijo Bolívar y se lo había preguntado Mariano Moreno: ¿Qué sería de los pueblos liberados? ¿Quiénes serán los beneficiados de la sangre derramada en tantas batallas y del despojo que muchos hicieron para aunar criterios y hacer realidad la Independencia? ¿Qué será de los cientos de hombres que habían dedicado su vida al manejo de las armas? ¿Quién aplacaría a los que despojados de mandos… querrían seguir mandando?... Buenos Aires, absorbida por sus luchas políticas abandonará a su suerte a muchos acreedores y el resto del país quedará librado a los ambiciosos. Victorioso San Martín que representando a su país independizado; había libertado a otro y representando a este, había acabado con el peligro de las fronteras cordilleranas y luego Ayacucho pondría punto final a la América Hispana. Pero mientras esos heroicos hombres que formaron los ejércitos libertadores habían brindado sus vidas; se habían ido fortaleciendo las luchas políticas y divididas enconadamente las facciones. San Martín huye del país victima de la envidia y la calumnia. Y agravando la situación habían comenzado los enfrentamientos armados, por un lado los caudillos y por otro lado los malones. Sarmiento que había nacido cinco años antes de la Declaración de la Independencia, siendo un chiquilín había andado entre las patas los caballos del contingente que a las órdenes de su padre, traía los prisioneros españoles que le había entregado San Martín; y vería poco después desde el mostrador en que acodado devoraba libros entre cliente y cliente, llegar con fuertes alaridos a forajidos, jineteando briosos caballos y avanzando sobre bienes y personas con total libertad de acción… Comprendiendo, en solo unos segundos lo que significaba la barbarie. Escena que lo marcó para siempre. Es que se esta cumpliendo lo presagiado y que Francois Chevalier resumió tan bien: El caudillismo es un fenómeno histórico que surge en la coyuntura política latinoamericana originada por la independencia de los países”.   
Los sangrientos episodios ahondaran la anarquía y fomentaran el libre albedrío, El distanciamiento cada día más pronunciado entre unitarios y federales, tendrá un doloroso punto de partida, el fusilamiento de Manuel Dorrego. El fortalecimiento de Juan Facundo Quiroga, quien fugazmente había servido en el Regimiento de Granaderos a Caballo y colaborado con el ejército que tan gloriosamente mantenía la frontera Norte. Convertido por los hechos en el Tigre de los Llanos concreta con Ibarra, Bustos y López la coalición federal. Llegado a la rada de Buenos Aires, en su pretendida vuelta para radicarse en su amada finca de Mendoza, San Martín se entera de los desastrosos acontecimientos que tenían en total desorden a la ciudad, sin gobierno, el que le fue ofrecido a bordo por Lavalle. Continúa embarcado y espera los acontecimientos en Montevideo, resolviendo marcharse para siempre de su tierra natal. Formados los bandos que tendrían en vilo al país por más de veinte años, flameando en Buenos Aires la bandera de Belgrano con inscripciones aberrantes, se desarrollarán una serie de batallas con dispares vencedores, hasta que, a pesar de la muerte de Quiroga, asesinado en Barranca Yaco, comenzaran a prevalecer los caciques colorados. Lavalle el líder unitario, muere en Jujuy. En esos años de anarquía se destacan varios caudillos, de los que, la leyenda o la historia han reflejado algún acto destacado, ha pesar que actuaron como dueños de vida y bienes, y algunas veces sus actos fueron más que aberrantes… y simultáneamente los pueblos indefensos fueron cruelmente diezmados por los malones, que se inician –quizá haya habido alguno anterior-  con el encabezado por el ex Director Supremo de Chile, José Miguel Carrera quien a frente de sus hombres, más 2 mil indígenas de los caciques Pablo, Yanquetruz y Ancafilú y 500 desertores, bandoleros y prófugos de la justicia destruyeron el Fuerte de Salto y a su población, el 3 de diciembre de 1820 y, el último sería el que a las órdenes de Calfucurá al frente de 6 mil hombres asoló los pueblos de Alvear, Veinticinco de Mayo y Nueve de Julio, llegando casi a las cercanías de la ciudad de Buenos Aires. Presidía el país, el Dr. Nicolás Avellaneda, quien obtuvo del Congreso la ley que movilizó al      

Ejército para desplazar la frontera sur y poner a cubierto la Patagonia, invadida por aborígenes de origen chileno. El final de este largo tiempo en la historia nacional, había llegado con el desprendimiento de Urquiza, quien abandonando el campo de batalla, dejo liberada la unificación nacional y el inicio ascendente de la organización y desarrollo de la Independiente Nación, que los Congresales en Tucumán dieron a luz el 9 de Julio de 1816.

HOMENAJE AL Prof. ALFOSO CORSO.
En el quinto aniversario de su fallecimiento fue recordado con abnegación y reconocimiento por la ASOCIACIÓN CULTURAL SANMARTINIANA DE LA MATANZA, la que por tantos años formó parte como un medio más en su dilatada trayectoria en pos de la cultura en general, sobresaliendo como incansable historiador, que le permitió abrir el surco esclarecedor de la historia del Pago, volcada en varias ediciones corregidas, que desde hace años son base para quienes quieren conocer más de La Matanza, a la que un día, quizá en un gesto de pretendida bohemia e instados por quien fuera un fuerte pilar de la historia profunda de la Patria, Don Enrique de Gandía: formamos a semejanza de otras y con los mismos fines de profundizar el conocimiento de la Patria chica que fue parte importante de la Patria Grande, por acta escrita por Alfonso: el 3 de agosto de 1981 y aceptada por todos los que por años trabajamos por la Matanza y su gente:  ”La República Matancera” , este simple e ignorado hecho forma parte del acerbo intelectual y por sobre todo perseverante, como se demuestra que en el acta No.2, donde  uno de los participantes propone la publicación de un medio que se llamaría “Letras Matanceras”, dedicada al quehacer de cada uno de los pueblos que la integran. Para homenajear a este inolvidable luchador, convocados por nuestra Institución y la presencia de números invitados, unos por si y otros representado a instituciones, entre ellos el Prof. Ricardo Luís Rolleri en representación del señor Intendente Municipal Don. Fernando Espinosa y el Honorable Concejo Deliberante, la Secretaria del Cultura                  y Educación  del  Municipio: Prof. Silvia Franchese y el subsecretario de Educación Sr. Alejandro Enrique, el señor Juez de la Cámara Civil y Comercial  No. 2,  Dr. Ramón Posca,  familiares del homenajeados encabezados  por  su  hijo  Mario  y  otras  autoridades ampliamente difundidas por nuestra página Web. Para referirse el homenaje hizo uso de la palabra el señor vicepresidente de la Asociación Sanmartiniana, C.P. Oscar Antonio Cantero, quién recordó con profunda emoción la trayectoria del Prof. Alfonso Corso y tras saludar a los familiares de Alfonso y a los presentes recordó: Que por remanido que parezca, se dice que solo mueren los que son olvidados, y que nuestro abrazo sea más fuerte  que el tiempo y la muerte,  por que la luz de  nuestra amistad puede arder para siempre. La palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a otros y como olvidar al ser humano, al amigo, que vino de su Italia natal y que formó una gran familia   en  esta  ciudad de San Justo, al poeta, al “Primer Ciudadano Ilustre de La Matanza”,   investigador permanente, al estudioso, a la persona que dio cátedra de humildad y de sapiencia, que fuera merecedor a múltiples condecoraciones de muchos puntos del planeta. Para terminar recordó palabras de Hiroshi Mukasa, quién decía: “La niñez es la edad más pura de la vida, llena de amistad, cariño y sin egoísmo de ninguna laya…” A continuación el Prof. Rolleri, resaltó la figura comunitaria del homenajeado y sus servicios al esclarecimiento de los orígenes y la preservación de lo aún rescatable de nuestra historia en el Partido. El homenaje contó con sin número de adhesiones, imposible de enuméralas, y, en representación de todas ellas, repetimos el mensaje del señor Presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano: Le hago llegar la adhesión del I. N. S. Es para los buenos sanmartinianos un deber honrar la memoria de quienes han dedicado su intelecto y su esfuerzo en difundir la figura del Padre de la Patria para que inspire a sus compatriotas”  



ESTA ASOCIACIÓN APOYADA EN LAS MÚLTIPLES EXPRESIONES DE RECONOCIMIENTO VERTIDAS POR LA MÁXIMA AUTORIDAD DEL PARTIDO, SOLICITÓ POR ESCRITO DÍAS DESPUÉS DEL FALLECIMIENTO DEL PROF. ALFONSO CORSO, AL HONORABLOE CONCEJO DELIBERANTE, UNA SERIE DE POSIBLES RECONOCIMIENTOS, ENTRE LOS QUE RESALTABA UNO CON MAYOR ENFASIS, PEDIDO QUE FUE REITERADO EN VARIAS OPORTUNIDADES Y EL QUE,  DE ACUERDO A LO CONVERSADO, CONTABA CON EL AVAL DE LA MÁXIMA AUTORIDAD DEL MISMO Y DE LA DEL MAYOR BLOQUE, ESPERAMOS QUE HA PESAR DE LOS CAMBIOS LÓGICOS EN EL H. C. D. EL PEDIDO SIGA EN PIE… ANTES QUE EL MANTO DEL OLVIDO CUBRA LA ENORME FIGURA QUE FUE DON ALFONDO CORSO.




HOMENAJE AL PADRE DE LA PATRIA
Tal como correspondía y como lo venimos haciendo desde siempre, el pasado 17 de agosto a las 10:00 -hora argentina- de su paso a la inmortalidad, una delegación de esta Asociación, colocó una ofrenda floral al pie del monumento que perpetua su memoria en la plaza homónima  de la ciudad de San Justo, y tras ello se le recordó con unas breves palabras –la lluvia torrencial no permitía más- pronunciadas por el secretario de nuestra entidad, don Alberto J. Zaia. Mucho lamentamos que por motivos turísticos, se anticipe o postergue el homenaje que le debemos a quien todo lo dio por darnos una Patria,



LOS MADEROS GRABADOS POR SARMIENTO

En el ciento veinticuatro aniversario de la partida de Domingo Faustino Sarmiento, recordamos en su homenaje, un episodio, uno de los tantos que formaban parte del gran bagaje de obsesiones progresistas, que mantenían en vilo a su espíritu, pero, que sin duda, fue el más profundo y conmovedor: la educación. Vuelto a San Juan, después de su paso por el Colegio Montserrat de Córdoba, donde había sido llevado por su padre, quizás, para satisfacer los deseos de su madre de verlo sacerdote. Fracasadas las posibilidades de una beca en Buenos Aires, adversidad que pegó fuertemente a sus progenitores, debió continuar asistiendo a la Escuela de la Patria, donde no hay para él ninguna posibilidad de progreso en sus estudios y, es así, que teniendo trece años deja la escuela y comienza a estudiar latín y geografía con su tío José de Oro, hasta que este, complicado con el derrocamiento del gobernador que es repuesto por el fraile Aldao a la sazón mandamás en Mendoza, huye de San Juan. Poco después asume otro gobernador, el que intima a los federales abandonar la provincia en veinticuatro horas, resolución que lo deja: sin su maestro, don Ignacio Rodríguez; sin el presbítero Oro que colaboraba en el avance de sus conocimientos y sin su padre exiliado, decide ponerse a trabajar. Comenzando con el ingeniero Barreau, quien sabiendo de la inteligencia de este y sobretodo de sus aptitudes para el dibujo, lo hace su colaborador, satisfaciendo con creces las ansias de aprender de este. Barreau le enseña geometría y el arte de levantar planos. Pero ni a tres meses alcanza la dicha. El gobierno destierra al ingeniero, como antes lo había hecho con su profesor de gramática y lectura y a su profesor de latín. Sarmiento prosigue la labor, según lo relata él en: “Mi Defensa”, trazó el solo los planos de tres calles… luego el gobierno ordena suspender los trabajos. Entonces parte a San Luís, allí estaba su pariente el clérigo José de Oro, quien había servido como capellán en el Ejército de los Andes, ejerciendo su apostolado San Francisco del Monte, cuyo agregado de Oro es adjudicado a tres versiones. Optamos por la que nos parece más lógica: Por la profunda huella que dejara José de Oro; por su gran labor humanitaria y evangelizadora, que aglutino y formó un incipiente caserío dando base a la formación de un pueblo… Pero, también tenemos que tener en cuenta que el gobernador Enrique de San Juan, había recibido el pedido que aprobó el 16 de abril de 1674, para la fundación: “De un pueblo en un valle muy extenso llamado San Francisco del Monte de Oro de la Falda … “  Llegado Sarmiento al pueblo, reanudo sus estudios de latín, gramática castellana, geografía y religión, delineo el trazado de las calles y de la plaza, aprovechando sus conocimientos en el tema, y en las cercanías de la Capilla de San Francisco de Asís, que había sido construida en el siglo anterior. Realiza su primera obra importante: funda una escuela, seguramente influenciado por su gran maestro, de quien recordaría: “Mi inteligencia se amoldó bajo la impresión de la suya, y a él debo los instintos por la vida pública, mi amor a la libertad y a la patria y mi consagración al estudio de las cosas de mi país”.
Siendo presidente de la Nación, el gobernador de San Luís, Don Juan Agustín Estrada, comunica a su ministro Dr. Nicolás Avellaneda, del hallazgo de unos maderos tallados en San Francisco del Monte. Informado Sarmiento del tema, envía al gobernador el 2 de enero de 1872, una amplia nota donde rememora y cuenta las peripecias políticas de aquella época. De su escuelita y sus alumnos, a quienes enumera y detalla fisonomías y aptitudes, e imagina como serán adultos, pues han pasado cuarenta y seis años de su aventura educativa, resume: “Allí en San Francisco del Monte abrí mi primera escuela con siete alumnos, todos de mayor edad que yo, … El presbítero Oro por amor a aquellos feligreses, y de pena de verlos llegar a adultos sin saber leer… Este incidente tan trivial, esta escuelita al aire libre: mientras estudiaba latín, hizo que los detalles prácticos de la enseñanza me fueran familiares y dio un giro especial a mis ideas”. Y luego se refiere al sentido de la inscripción de los maderos:
UNUS DEUS, UNA ECCLESIA, UNUM BAPTISMA
“Un Dios, una Iglesia, un solo bautismo” Estas unidades quieren decir: intolerancia religiosa y son las protestas de mi tío, el presbítero Oro, lanzadas contra lo expresado en la Carta de Mayo, la primera constitución provincial con declaración de derechos y garantías, promulgada en 1825 por el gobierno de Salvador María del Carril. El Presbítero Oro estaba emigrado en San Francisco, y al reparar el templo destruido por un rayo, me dio aquellas palabras con encargo de grabarlas en un arco natural de tres curvas perfectamente iguales que hacía un madero y debía rematar el coro montado sobre gruesos pilares de algarrobo. Dos años después, yo andaba peleando contra el sentido de la inscripción grabada por mis manos en San Francisco, sin que las buenas relaciones de familia con mi maestro se interrumpieran, no obstante militar en campos opuestos. Vale la pena de conservar aquella inscripción en la nueva Iglesia. Ojalá que algo pudiéramos hacer para perpetuar la escuela de San Francisco del Monte, donde di las primeras lecciones de mi gran ciencia hoy, el a, b, c,!


EN LA VERDAD ESTA LA LIBERTAD


“….como argentino, me dio placer corroborar el amor de este país a SAN MARTÍN, a quien incluso en la prensa se lo celebra como el más querido…  se insiste en que la fecha de la Independencia y los colores de la bandera nacional siguen siendo los determinados por el Libertador argentino… “

Marcos Aguinis, de su visita a la Feria del Libro en lima-Perú, La Nación: 04-08-2010

http.//acsanmartinianalamatanza.blogspt.com

SAN MARTÍN-SEPTIEMBRE-PERÚ
Lograda la emancipación chilena, San Martín marcho a Buenos Aires para conseguir el apoyo necesario para continuar con la empresa, ya que en Lima se estaba concentrando fuerzas españolas, cuyo fin era reconquistar el virreinato del Río de la Plata; obteniendo de Pueyrredón la promesa de la entrega por parte del gobierno de Buenos Aires de la suma de 500 mil pesos, pero ante la dilación motivada por las luchas internas y el enfrentamiento con los caudillos federales, San Martín renuncia a la jefatura del Ejército de Los Andes. Ante esta fuerte aptitud de San Martín el Directorio le envío 200 mil pesos, los que sumados a la ayuda financiera del gobierno de chileno, logran con O’Higgins armar una escuadra, y es nombrado comandante en jefe de la expedición. Cuando se disponía a reiniciar la Campaña Libertadora, recibe la orden del Directorio de marchar con su ejército a combatir a los federales de sublevados en el Litoral Argentino. San Martín se negó de pleno y poco después, ante la caída del Directorio y la acefalía de gobierno, sin respaldo legal a su autoridad, renuncia ante los oficiales argentinos, quienes representados por el general Enrique Martínez, le rechazan la renuncia.
Finalmente el 20 de agosto de 1820 partió al mando de San Martín la expedición compuesta por 4.500 hombres, pertenecientes al Ejército de Los Andes y al Ejército de Chile: 1.600 eran marinos. El 8 de septiembre, las fuerzas libertadoras desembarcaron en la playas de Paracas, cerca del puerto de Pisco, haciendo retroceder a las  españolas, que distribuidas por el territorio peruano se componía de 20 mil hombres, razón por la cual San Martín, trató de hostigar pero no enfrentar abiertamente al enemigo, por la inmensa desigualdad. Razón por la cual envió al general Juan Antonio Álvarez de Arenales por las rutas de la sierras a perseguir a las divisiones realistas. Reembarcándose San Martín marchó a la localidad de Huacho, donde fortifica su posición e inicia el sitio estratégico de la ciudad de Lima. La sublevación de altos jefes realistas, ocasionando la sustitución del virrey Pezuela por el general José de La Serna, permite que se inicien conversaciones. Así como la llegada de un pacificador enviado por el Rey de España, pero ante el avance de las mismas. San Martín se embarca nuevamente, desembarcando en Arcón, para estrechar el asedio sobre Lima. Fracasadas las nuevas negociaciones, deserta uno de los más destacados regimientos realistas: el de Numancia: compuesto de venezolanos y reagranadinos. Esta deserción en masa desmoralizó al resto de las fuerzas realistas, obligando a De La Serna a abandonar la ciudad.
El 5 de julio. San Martín ocupó Lima y reunió  un Cabildo Abierto el 15 de julio. Proclamando el 28 ante una multitud reunida en la Plaza de Armas, la Independencia del Perú, siendo nombrado Protector del mismo, con autoridad civil y militar. En el corto tiempo de su Protectorado, durante el cual había apoyado con tropas el avance victorioso de Bolívar, ayuda, que cuando le fue necesaria, le fue negada con palabras de reconocimiento pero evasivas en cuanto a la reciprocidad  y la manifiesta egolatría, de ser  solo él: Bolívar,  el continuador de la gran empresa libertadora.
San Martín había abolido la esclavitud para aquellos que nacieran a partir del 28 de julio de 1821. El tributo indígena. Creo el Ejército y la Marina, Fundó la Biblioteca Nacional, para lo que aportó su  “librería” como él la llamaba, compuesta de alrededor de 800 tomos, que lo acompañó en todas sus campañas. Decretó la libertad de imprenta, que autorizaba la libertad de pensamiento y de opinión… Pero todo se acabó en Guayaquil.
Reunido el Congreso Constituyente, luego de su renuncia irrevocable a todos los cargos públicos que ejercía, se despidió diciendo: “La presencia de un militar afortunado, por más desprendimiento que tenga es temible a los estados que de nuevo se construyen. Por otra parte, yo estoy aburrido de oír que quiero hacerme soberano. Sin embargo, siempre estaré pronto a hacer el último sacrificio por la libertad del país, pero en clase de simple particular y no más. En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas (como en general de las cosas) dividirán sus opiniones; los hijos de éstos darán el verdadero fallo”    
El 22 de septiembre de 1822 se marcha del Perú para no volver más…



SARMIENTO y la mayoría
Comenta el Dr. José Nicolás Matienzo en su libro: “El Régimen Republicano-Federal II” (1), que: “Sarmiento a pesar de su carácter imperioso y de su genial inteligencia, cedió más de una vez a la opinión contraria de sus ministros. He oído de uno de ellos referir que en una cuestión importante, después de un detenido debate  en el Consejo de ministros presidido  por Sarmiento, éste lo dio por terminado con estas palabras: “Creo  que ustedes están equivocados; pero son la mayoría y me someto a su resolución”

(1)-Secretaría de Cultura de la Nación-Colección Identidad Nacional



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