1813 - 3
de Febrero - 2013
Bicentenario
del Combate de San Lorenzo
El Combate de San Lorenzo
fue librado entre el ejército patriótico de Granaderos a Caballos, bajo el
mando del entonces Coronel José Francisco de San Martín, y las fuerzas
realistas, comandadas por Antonio Zabala, el 3 de febrero de 1813, durante la Guerra de Independencia
Argentina, en las cercanías de la posta de San Lorenzo, actual provincia de
Santa Fe. El resultado de este enfrentamiento fue una clara victoria de los
granaderos de San Martín, quienes perdieron unos 20 hombres, mientras que los
realistas perdieron 40 más numerosos heridos. Se puede enunciar que los
antecedentes luego de la ruptura política con España y la deposición del virrey
Cisneros en Mayo de 1810, Montevideo había sido declarada por España como la
nueva capital del Virreinato del Río de la Plata. Hacia
principios de 1813, esta ciudad Uruguaya estaba siendo sitiada por las fuerzas
criollas, conducidas por José Rondeau. Para poder abastecerse de víveres y
subsistir el sitio, los españoles debían salir navegando por el Río de la Plata a otros puntos ribereños
en buscas de alimentos. Hacia fines de enero de 1813, once embarcaciones
españolas habían partido de Montevideo para merodear las costas en busca de
provisión. Éstas habían sido avistadas cerca de la costa occidental del río
Paraná y a las cuales San Martín las había estado siguiendo por tierra de
acuerdo a las instrucciones impartidas a él por el Segundo Triunvirato. Los
españoles habían desembarcado para avanzar hacia el convento de San Carlos,
cerca de la posta de San Lorenzo. Sin embargo, San Martín y sus granaderos, que
se habían adelantado a los realistas, habían estado escondido desde el día
anterior en el mismo convento planificando el ataque contra las fuerzas
realistas. Los acontecimientos del combate, se dio inicio en el amanecer del día
3 de febrero de 1813 en donde los 120 granaderos dejaron el Convento de San
Carlos y se prepararon para el combate en espera de la llegada de los realistas
que habían desembarcado a las 05:30 de esa mañana y que se dirigían hacia el
convento. San Martín desplegó a sus hombres en dos escuadrones de granaderos
compuestos por 60 hombres cada uno; el ala izquierda estaba comandada por Justo
Bermúdez, mientras que el ala derecha sería dirigida por San Martín; en el
centro, detrás de unas arboledas se ubicaron las tropas de infantería y que
actuarían como reserva. Los realistas marchaban en dos columnas con tres
cañones. Cuando el enemigo se acercaba, alrededor de las 06:30 horas, el clarín
del regimiento de Granaderos a Caballo sonó por primera vez, marcando el inicio
del combate. Los granaderos del ala derecha, comandada por San Martín, fueron
los primeros en alcanzar al enemigo, quienes no tuvieron tiempo en usar sus
cañones y de realizar una formación defensiva. En feroz combate, los granaderos
atacaron a los realistas con sables hasta reducir y poner en retirada a la
columna principal. Cuando el ala izquierda, conducida por Bermúdez, entró en
combate, los realistas no pudieron defender el terreno y emprendieron la
retirada. Durante el ataque a un grupo de soldados realistas que cubría la
retirada, el caballo de San Martín fue alcanzado por el fuego enemigo. Éste
cayó, atrapando la pierna del comandante. En esos momentos un realista
intentaba matar a San Martín, pero el soldado Baigorria y el Sargento Cabral
intervinieron a tiempo, dando muerte al realista y salvando la vida a su
comandante, quien pudo ser liberado del peso de su caballo muerto. En la
confusión y fragor del combate, otro realista dio muerte a Cabral. La caída de
San Martín posibilitó que gran parte de las tropas enemigas huyeran, dejando
detrás 40 muertos y muchos heridos, más los tres cañones.
El
parte del Combate de San Lorenzo suscrito por el Coronel José Francisco de San
Martín, al gobierno de la
Asamblea del Año XIII. “Exmo. Señor: Tengo el honor de decir a V.E. que en
el día 3 de febrero los granaderos de mi mando en su primer ensayo han agregado
un nuevo triunfo a las armas de la patria. Los enemigos en numero de 250
hombres desembarcaron a las 5 y media de la mañana en el puerto de San Lorenzo,
y se dirigieron sin oposición al Colegio San Carlos conforme al plan que tenían
meditado en dos divisiones de a 60 hombres cada una, los ataques por derecha e
izquierda, hicieron no obstante una esforzada resistencia sostenida por lo
fuegos de los buques, pero no capaz de contener el intrépido arrojo con que los
granaderos cargaron sobre ellos sable en mano: al punto se replegaron en fuga a
las bajadas dejando en el campo de batalla 40 muertos, 14 prisioneros de ellos,
12 heridos sin incluir los que se desplomaron, y llevaron consigo, que por los
regueros de sangre, que se ven en las barrancas considero mayor numero. Dos
cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas, y una bandera que pongo en manos de V.E. y la
arrancó con la vida al abanderado el valiente oficial Don Hipólito Bouchard. De
nuestra parte se han perdido 26 hombres, 6 muertos, y los demás heridos, de
este número son: el capitán D. Justo Bermúdez, y el teniente Manuel Díaz Vélez,
que avanzándose con energía hasta el borde de la barranca cayó este
recomendable oficial en manos del enemigo. El valor e intrepidez que han
manifestado la oficialidad y tropa de mi mando los hace acreedores a los
respetos de la patria, y atenciones de V.E.; cuento entre estos al esforzado y
benemérito párroco Dr. Julián Navarro, que se presentó con valor animando con
su voz, y suministrando los auxilios espirituales en el campo de batalla:
igualmente lo han contraído los oficiales voluntarios D. Vicente Mármol, y D.
Julián Corvera, que á la par de los míos permanecieron con denuedo en todos los
peligros. Seguramente el valor e intrepidez de mis granaderos hubieran
terminado en este día de un solo golpe las invasiones de los enemigos en las
costas del Paraná, si la proximidad de las bajadas no hubiera protegido su
fuga, pero me arrojo a pronosticar sin temor que este escarmiento será un
principio para que los enemigos no vuelvan a inquietar a estos pacíficos
moradores. Dios guarde a V.E. muchos años. San Lorenzo,
febrero 3 de 1813.”