ASOCIACION CULTURAL SANMARTINIANA DE LA MATANZA

Reconocida Oficialmente por el Instituto Nacional Sanmartiniano - Ley 15588
Fundada: 5 de Abril de 1975
Actividad: Historica, Cultural, Educativa y Social
Correo Electronico: acsanmartinianamatanza@yahoo.com.ar

lunes, 17 de agosto de 2020

José de San Martin a 170 años de su paso a la inmortalidad

 "Al americano libre corresponde trasmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos"

1850 – 17 de Agosto – 2020

A 170 Años del Fallecimiento del General José Francisco de San Martín

La Asociación Cultural Sanmartiniana de La Matanza, rinde Honor y Gloria al Padre de la Patria y Libertador de la Argentina, Chile y Perú.

Reseña histórica

El General José Francisco de San Martín nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778; fue un militar profesional.

En abril de 1784, cuando tenía seis años, llegó con su familia a la ciudad española de Cádiz, con una previa estadía en Buenos Aires, y se radicó luego en la ciudad de Málaga.

Comenzó sus estudios en el Real Seminario de Nobles de Madrid y en la Escuela de Temporalidades de Málaga en 1786.

Ingresó posteriormente al ejército español e hizo su carrera militar en el Regimiento de Murcia.

Su bautismo de fuego tuvo lugar en el norte de África, a los 13 años de edad, en 1791; intervino en distintos campos de batalla en Europa durante las guerras napoleónicas.

Retornó a Buenos Aires en 1812 para luchar por la libertad de Sudamérica. Tras diez años de vida pública consiguió asegurar la independencia de tres países, Argentina, Chile y Perú.

Su lealtad a la causa sudamericana; él se encargó personalmente y encabezó una carga de caballería en San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813. Allí, en un combate que duró aproximadamente quince minutos, pudo perder la vida de no ser por la fidelidad de los heroicos granaderos Juan Bautista Cabral y Juan Bautista Baigorria.

San Martín escribió reiteradamente a Tomás Godoy Cruz, diputado cuyano en el Congreso de Tucumán, insistiendo en la necesidad de que la Independencia fuese declarada cuanto antes.

Era la cobertura legal que necesitaba para emprender el Cruce de los Andes comandando el ejército regular de un país soberano; caso contrario el mundo interpretaría la campaña como una simple rebelión contra el monarca español Fernando VII.

Declarada la Independencia, San Martín cruzó los Andes, entre el 19 de enero y el 8 de febrero de 1817, donde venció en la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817.

Fue sorprendido y derrotado en la Batalla de Cancha Rayada, el 19 de marzo de 1818.

Se recuperó rápido, con una fuerza de voluntad admirable, para obtener su victoria más contundente en la Batalla de Maipú, el  5 de abril de 1818, garantizando para siempre la Independencia de la hermana República de Chile.

Pero la faceta militar no fue la única en la que se destacó el Padre de la Patria, ya que se reveló como un político avezado e inteligente en pos de objetivos magnos como la Libertad y la Independencia; ocupándose en forma simultánea de los preparativos que demandaban la Guerra de la Emancipación Sudamericana y de acciones para mejorar las vidas de los pueblos que tuvo la responsabilidad de gobernar en Cuyo entre los años 1814 y 1817 y luego en la hermana República del Perú, que liberto, y gobernó entre los años 1821 y 1822.

Como gobernador de la Intendencia de Cuyo, mientras organizaba el Ejército de los Andes, sus medidas para fomentar industrias, mejorar cultivos y su preocupación por la salud pública, entre otras acciones, se desarrollaron bajo una gestión austera, en momentos en que se debía administrar la escasez con inteligencia. Esto lo convirtió en un ejemplo de gobernante casi autónomo respecto de las autoridades de Buenos Aires.

Su experiencia en la intendencia cuyana le sirvió a San Martín para evidenciar sus dotes de estadista en el Perú a lo largo de tan sólo 13 meses de gobierno: estableció la libertad de vientres, suprimió los tributos específicos a indígenas, promovió la libertad de comercio e imprenta, creó la Orden del Sol, diseñó una bandera y hasta participó en un jurado para elegir el actual himno nacional peruano como canción patria.

Un aspecto significativo que merece resaltarse es la donación de buena parte de su colección personal de libros para la fundación de la Biblioteca Nacional del Perú.

El compromiso de San Martín con la cultura y el conocimiento fueron una preocupación constante a lo largo de toda la Campaña Libertadora, puesto que consideraba que "la ignorancia es la columna más firme del despotismo".

Para cambiar la mentalidad de súbditos por otra de ciudadanos, sostenía su anhelo de que "todos se ilustren en los sagrados libros que forman la esencia de los hombres libres" y que "la biblioteca es destinada a la ilustración universal y más poderosa que nuestros ejércitos para sostener la independencia".