INSTITUTO NACIONAL SANMARTINIANO
ASOCIACIÓN
CULTURAL
SANMARTINIANA DE
LA MATANZA
Informativo trimestral: abril, mayo y junio de
2016, Año XLI, No.108
AÑO DEL BICENTENARIO DE LA DECLARACIÓN DE LA
INDEPENDECIA ARGENTINA
“HACE 200
AÑOS”
Fray Cayetano
Rodríguez, reflexionaba en voz alta: “Divididas las provincias, desunidos los
pueblos, rotos los lazos de la unión
nacional, minada la opinión pública, erigidos los gobiernos sobre bases
viciosas, agotadas las fuentes de la pública prosperidad y aniquiladas las
ventajas logradas en bien de la libertad, pujante el vicio… 20 mil soldados amenazando por el norte y
aproximadamente 5 mil en cada flanco del país; y solo un puñado… apenas 30, la
mitad sacerdotes y casi todos hombres de paz y de leyes consiguieron el milagro”
Ignacio Álvarez
Thomas, caído el gobierno de Carlos María de Alvear y como consecuencia el cese
de las actividades de la Asamblea del Año XIII, en su carácter de Director interino, el 15 de abril de 1815 invitó por
circular a las provincias a realizar la elección de diputados para integrar el
Congreso que se realizaría en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Santa Fe,
Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental decidieron no enviar representante.
Tampoco irían los de Paraguay, ni del Alto Perú, con excepción de Potosí
(Chichas), Charcas (Chuquisaca, La Plata) y Mizque (Cochabamba). El 24 de marzo
siguiente, integrado el Congreso, bajo la presidencia provisional del
representante por Buenos Aires: Pedro Medrano, se dio inicio a las deliberaciones
y, el 9 de julio, con la presidencia de Francisco Narciso de Laprida, diputado
por San Juan, se lee el Acta de la Independencia, que suscriben: el presidente,
el vicepresidente diputado por Salta, Mariano Boedo, los secretarios José María
Serrano y Juan José Paso y los otros veinticinco representantes presentes, no
así Miguel Calixto del Corro (Córdoba),
José Agustín Molina (Tucumán) y Juan Martín de Pueyrredón (San Luis), por
hallarse ausentes. Para difundir la noticia de la independencia se envió por
medio de chasquis, carretas y a caballo, copias del Acta de la cual se
imprimieron 1500 en español y otras tantas en quechua y aymara. Diez días más
tarde a propuesta de Pedro Medrano se agregó la liberación de España y toda otra denominación extranjera y el 25 de
adopto oficialmente la bandera celeste y
blanca. El Congreso siguió sesionando en Tucumán hasta el 4 de febrero de
1817. Ante el avance de los realistas por el norte el 23 de septiembre de 1816,
se había dispuesto su traslado a Buenos Aires, donde se reunieron en sesión preparatoria el 19 de
abril de 1817 y en forma oficial el 12 de mayo siguiente, continuando con las
deliberaciones hasta el 11 de febrero de 1820, cuando se interrumpió tras la
derrota de Rondeau en Cepeda, por las fuerza comandadas por Francisco Ramírez y
Estanislao López que en representación de las provincias desaprobaban la
Constitución de 1819...
“HACE 118
AÑOS”
El sábado 9 de julio
de 1898, en su edición de la fecha, el diario LA Nación celebraba el 82º.
Aniversario de la Declaración de la Independencia, con el siguiente texto:
La fecha de hoy no pasa nunca
desapercibida para los corazones argentinos, para los que
evoca todo un cortejo de hechos
gloriosos, un cuadro de abnegación, de patriotismo, de virtud
Cívica que lejos de borrarse con las
sombras del tiempo, adquiere cada día mayor relieve.
Hace ochenta y dos años un grupo de
varones ilustres y esforzados patriotas, juraban solemnemente la independencia
argentina, levantando el emblema de una
nueva patria.
Allá en la histórica Casa de Tucumán,
que todavía sobrevive a los embates del tiempo, guardada por el celo patriótico
del pueblo, se contraía un compromiso solemne que á todos nos obliga por igual y
que debemos siempre tener presente en nuestro espíritu.
Aquellos varones ilustres que seguros
de sí mismos y de la justicia de su causa, proclamaban á la faz del mundo le
declaración de la independencia argentina, eran allí el portavoz de todo un
pueblo. Del pueblo que como identidad moral subsiste siempre idéntico, a través
del tiempo y de las generaciones.
Ellos no hicieron más que comenzar la
obra. Nosotros debemos continuarla.
Y la obligación que ellos contraían
de construir un país grande y libre, recae sobre sus descendientes, á quienes
legaron la fuerza de su ejemplo y la inspiración de sus acciones.
La nueva enseña desplegada en la
ciudad de Tucumán llevaba gravado el símbolo de los ideales más generosos, y se
levantaba sobre nobles y altos propósitos, sobre puras y legitimas aspiraciones
que fueron un norte para los héroes de la libertad argentina.
EL CAMINO ESTÁBA TRAZADO, LAS BASES CIMENTADAS.
LO DEMÁS
QUEDABA Á CARGO DE LAS GENERACIONES VENIDERAS… (1)
(1)-El resaltado en
mayúscula y subrayado es nuestro.
“EN 1816…”
…los argentinos forjamos contenidos
básicos de nuestra identidad. Hoy les daremos fuerza innovadora: mediante
nuestra apertura al mundo. Esto exige conocerlo, prever sus cambios, la
fisiología del gran todo. Vivir su inmediatez no sólo en la epidermis de una
pantalla abstracta que amontona
estadísticas, sino también buscando en las originales integraciones de us
diversidades en ciencia, en arte, filosofía, industria, letras y religión. En
ese delicioso fondo azul se borran los límites, los opuestos se fecundan, caen
la trabas y se igualan los países. Todos los hombres son el hombre. Nuestro
siglo parece retomar la espiral de la xenofobia y la exclusión, cunde también
la imagen apocalíptica del agotamiento de recursos naturales y la intoxicación
del medio ambiente. Pero al mismo tiempo crece indomable el sentimiento de una
patria común en el seno de las patrias.
O lo que es lo mismo: la conciencia responsable de que estamos en un solo barco
planetario que debemos salvar todos juntos.
Victor Messuh: “Un golpe de luz”, La Nación:
9 de julio de 2001
“VIVA LA
PATRIA”
En “Cartas de
lectores”, -con ese título-, publicada por el diario La Nación, en su edición del 7 de julio de 2006, el abogado
Pablo Jorge Lanusse, refiriéndose a la fecha patria, dice: “La fecha nos permite recordar
que los padres de la patria pospusieron sus proyectos personales, sus
ambiciones, sus peleas y su egoísmo para consolidad un proceso que nos dio
identidad como Nación. La lucha contra la corrupción, la hegemonía del poder y
a favor de la libertad marcaron el norte de esa gesta, Las mujeres y los
hombres que encabezaron ese aquel movimiento no nacieron en el bronce. Fueron,
como nosotros, personas de carne y huesos, con defectos, virtudes, temores y
fortalezas, pero profundamente comprometidos con su tiempo y actores
responsables del momento cívico que les tocó vivir. El día previo a dicho festejo,
vencerá el plazo para que los partidos políticos presenten sus candidatos a
diputados y senadores nacionales para la contienda electoral del próximo 25 de
octubre. La sociedad requiere que quienes reciban ese mandato estén dispuestos
al debate de ideas, no a mancillar reputaciones o ventilar prontuarios. La
sociedad merece que esas personas tengan la amplitud intelectual necesaria para
apoyar ideas que provengan de los otros sectores y no que las destruyan,
ignoren o menosprecien por el solo hecho de no surgir de su propio seno. La
sociedad ansía contemplar candidatos que respeten l diversidad de ideas con
tolerancia. La sociedad elegirá legisladores que trasciendan por sus ideas, sus
proyectos, sus valores y compromisos republicanos.
La sociedad nenecita que los partidos
políticos estén a la altura de esta circunstancia , proponiendo a personas que
embanderen sus ideas, pero que entiendan que el universo a favor del cual
deberán actuar una vez elegidos son todos los argentinos y no sólo aquellos que
llena sus locales partidarios. La oportunidad está a la vuelta de la esquina.
La grandeza o pequeñez de los actores en escena permitirá o, no que empecemos
nuevamente a ser nación. De lograr esto último, todos podemos gritar nuevamente
con orgullo: ¡VIVA LA PATRIA¡…
…OLVIDEMOS
LA FECHA DE SU PUBLICACIÓN, PORQUE ES UN FERVOROSO
LLAMADO AL
PRESENTE…
LA LECCIÓN
DE LOS HOMBRES DE 1816
“La
historia de nuestra patria, tan prodiga en enseñanzas, contiene un capítulo
sobre el cual hoy más que nunca es necesario volver, el de la declaración de la
independencia nacional, concretada el 9 de julio de 1816 … No hay un habitante
de nuestro país que no conozca la trascendencia de esa declaración, que cambio
drásticamente el curso de la emancipación sudamericana e inauguró una nueva
época para el proceso revolucionario al despejar la confusa situación en que se
encontraba un pueblo que, como señalara agudamente San Martín en una famosa casta a Godoy Cruz, acuñaba
moneda, tenía pabellón y cucarda nacional, inexplicablemente, hacía la guerra
al propio soberano de quien seguía formalmente dependiendo. … Un “aspecto –acaso no conocido y valorado
suficientemente por el conjunto de la población- es el que se refiere a las
condiciones terriblemente adversas para la causa patriotita que imperaban en la
América del Sur cuando el congreso presidido por Francisco Narciso de Laprida
se decidió a dar aquel paso estratégico decisivo que San Martín y Belgrano
venían reclamando insistentemente: la declaración de la independencia. En
efecto, le Congreso de Tucumán tomó su audaz decisión en un momento sumamente
dramático para la suerte de lo que hoy es la República Argentina. En Chile, la
causa de la revolución había sido derrotada, Las fuerzas de España se
encontraban triunfantes en casi toda América. En Europa el absolutismo
recomponía sus energías, alentado por la derrota de Napoleón. La Constitución
liberal de 1812 había sido literalmente enterrada. El Rey de España recibía
felicitaciones calurosas de todas las cortes por el triunfo, que se consideraba
definitivo, sobre los rebeldes americanos. Para que las dificultades fueran aun
mayores, tropas del Brasil dominaban una parte del territorio uruguayo y amenazaban
a Buenos Aires. A ese cúmulo de señales adversas, había que sumar la incipiente
anarquía que ya se insinuaba en el territorio del ex virreinato: se corría el
riesgo de que algunas provincias se
convirtieran en pequeñas repúblicas, desarticulando el espíritu de
unidad de la naciente república. La situación no podía ser más desfavorable,
América parecía dominada por las armas realistas. La metrópoli, segura de su
victoria , no admitía ninguna gestión de paz y exigía la rendición
incondicional de las fuerzas revolucionarias. En ese durísimo contexto, los
hombres de Tucumán dieron al mundo -y las generaciones venideras- una prueba
admirable de coraje moral. Sl declarar la independencia, cambiaron el curso de
los acontecimientos y le dieron a San Martín el respaldo institucional que
necesitaba para su campaña libertadora. En lo interno, evitaron la disgregación
y determinaron que las provincias se sintieran parte de una nueva y gloriosa
nación. Esa es la lección que los argentinos del siglo XXI …debemos recoger.
Mantener en alto la esperanza, afrontar los problemas con redoblado temple
moral, no dejarnos intimidar por la magnitud de los desafíos que se dibujan en
el horizonte ésas son las actitudes que debemos exigir de nosotros mismos. Si
logramos recomponer el ánimo y recobrar la fe en el futuro de la patria,
habremos dado el paso imprescindible para que el mundo nos empiece a mirar,
también, con rejuvenecida confianza”
-extractado de la editorial –con igual
título- del diario La Nación del 9 de julio de 2001-
LA
ASOCIACIÓN CULTURAL SANMARTINIANA DE LA MATANZA
CON PROFUNDA EMOCIÓN
AGRADECEMOS CON RESPETO Y ENALTECIDO PATRIOTISMO A LOS PADRES DE LA
INDEPENDENCIA, QUIENES OLVIDANDO PASIONES Y OPINIONES DISPARES, DESDE LOS
LEJANOS RINCONES DE LAS TIERRAS LIBERADAS DESDE LA GESTA DE MAYO, ACUDIERON A
LA LEJANA CIUDAD DE TUCUMÁN PARA DARLE ENTIDAD, EN TIEMPOS DE PROFUNDA
INCERTIDUMBRE, ACECHADAS POR LA
RECONQUISTA Y SUS REPRESALIAS Y POR LA PROFUNDA ANARQUÍA QUE LAS GOBERNABA Y
LAS GOBERNARÍA POR UN LARGO TIEMPO MÁS, HASTA QUE LLEGÓ LA HORA DE LA
ORGANIZACIÓN NACIONAL Y UNA ALTÍSIMA UBICACIÓN ENTRE LOS PAÍSES DE LA TIERRA…
HONREMOS A
LOS PADRES DE LA INDEPENDENCIA
REPRESENTARON A LAS
PROVINCIAS Y REGIONES DEL EX VIRREINATO:
ACHEAGA, Domingo
Vicente (Buenos Aires); ANCHORENA,
Tomás Manuel de, (Buenos Aires); ARAOZ,
Pedro Miguel, (Tucumán); ARYEAGA, José Serapión de, (Tucumán);
AZCUENAGA, Miguel de, (Buenos Aires); AZEVEDO, Miguel Antonio,
(Catamarca); BOEDO, Mariano,
(Salta); CABRERA, José Antonio,
(Catamarca); CARRASCO, Pedro Buenaventura, (Cochabamba); CASTRO BARROS, Pedro Ignacio de, (La Rioja); COLOMBRES, José Eusebio,
(Catamarca); CORRO, Miguel Calixto del, (Buenos Aires); CHORROARÍN, Luis José
de, (Buenos Aires); DARREGUEYRA, José,
(Buenos Aires); DÍAZ VÉLEZ, José Miguel, (Tucumán); FUNES, Gregorio,
(Tucumán); GALLO, Pedro León,
(Santiago del Estero); GASCÓN,
Esteban Agustín, (Buenos Aires); GODOY
CRUZ, Tomás, (Mendoza); GORRITI,
José Ignacio de, (Salta); GUZMÁN, Domingo, (San Luis); IRIARTE, Felipe
Antonio de, (La Plata); LAPRIDA,
Francisco Narciso de, (San Juan); LASCANO, José Benito, (Córdoba);
LÓPEZ Y PLANES, Vicente, (Buenos Aires); MALABIA,
José Severo Feliciano, (Charcas); MAZA,
Juan Agustín de la, (Mendoza); MEDRANO,
Pedro, (Buenos Aires); MOLINA, José Agustín, (Tucumán); ORO, Justo Santa María de, (San
Juan): PACHECO DE MELO, José Andrés,
(Chichas); PASO, Juan José,
(Buenos Aires): PATRÓN, Matias, (Buenos Aires); PÉREZ BULNES, Eduardo, (Córdoba); PUEYRREDON, Juan Martín
de, (San Luis); RIVERA, Pedro Ignacio
de, (Mizque); RODRÍGUEZ,
Cayetano José, (Buenos Aires): SÁEZ,
Antonio María Norberto, (Buenos Aires); SALGUERO DE CABRERA Y CABRERA, Jerónimo, (Córdoba); SÁNCHEZ DE BUSTAMANTE, Teodoro,
(Córdoba); SÁNCHEZ DE LORIA, Mariano,
(Jujuy); SERRANO, Juan Mariano,
(Charcas); THAMES, José Ignacio,
(Tucumán); URIARTE, Pedro Francisco
de, (Santiago del Estero); VIAMONTE, Juan José, (Buenos Aires);
VILLEGAS, Alejo, (Córdoba); ZAVALETA, Diego Estanislao de, (Buenos Aires);
ZORRILLA, Marcos Salomé, (Salta); ZUDÁÑEZ Jaime de, (Charcas).
---------------------------------
El 9 de julio de 1816, con la
presidencia de Francisco Narciso de Laprida, de los treinta y dos congresales
que participaban de las sesiones, los veintinueve remarcados en negro y
subrayados fueron los firmantes del ACTA
DE LA INDEPENDENCIA.
El diario LA PRENSA, en su edición
del 9 de julio de 1966, celebrando el sesquicentenario de tan magna fecha,
publicó estas líneas de reconocimiento: “Si el Congreso de Tucumán, en su hora y por
las circunstancias, realiza un milagro, los hombres que lo compusieron
parecerían elegidos sin error para dar cabal cumplimiento a una misipon
trascendente en medio de una tempestad política, social y económica, que
agravaba el enemigo victorioso. Esos hombres continuaron la obra iniciada en
1810, y en cierta manera le dieron estructura, afirmada con solidez. Eran
hombres de mayo los que declararon la Independencia. Abundaron en abnegaciones,
no titubearon en sacrificar intereses personales, enfrentar peligros y
comprometer el porvenir. Algunos pagaron con su vida, otros como sus haberes,
ninguno con su fama. Cuando la reacción, hubo quienes fueron obligados a
emigrar para ir a morir lejos de la patria que contribuyeran a crear. Pero
todos signaron el ACTA INMORTAL optimistas y heroicos en la “honrada pobreza”
que no permitía “solemnizar con pompas el
augusto decreto”, según el documento que diera al pueblo el Director
Supremo del Estado.
“HONOR Y GRATITUD” a los
PADRES DE LA
DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA